Trayectorias

Historia impredecible

Cuando egresé nunca dudé que mi lugar era el aula, desde ese momento me dedico a la docencia, amo lo que hago. Si bien son muchas las adversidades que se nos presentan (burocracia del sistema, realidades de los alumnos y sus familias, contextos desfavorables etc.) sigo creyendo que la educación es la solución a la mayoría de los problemas.

Después de la pandemia, de lo virtual, lo híbrido y todas esas experiencias random que tuvimos, con un grupo de profes nos dimos cuenta que había que encarar las clases de otra manera, y que era necesario convocar a los estudiantes con otros recursos.

Empezamos a repensar las clases para que el protagonista sea el estudiante, para promover la participación activa, y generar esa la construcción de aprendizajes que tanto nos repetían cuando cursábamos didáctica.

Primero cada uno diseño y escribió actividades para los temas correspondientes de las materias que daban. Después comenzamos a socializar ese material mediante Zoom y reuniones. Modificábamos, agregábamos, volvíamos a modificar, a tal punto que, al terminar, ya no recordábamos ni como era la actividad original, ni quién la había escrito. Fue un verdadero trabajo en equipo.

Pero hasta ahí, solo éramos nosotros. Fue Javier Gullo, que ya había escrito material para la editorial Maipue, quien presentó el proyecto. Se puede decir que él fue el ideólogo que nos subió a todos a esta maravillosa experiencia.

El proyecto arrancó con el primer Abrir en Caso de Emergencia Sociales y continuó con Prácticas del Lenguaje, Lengua y Literatura, Matemática y Ciudadanía.

Son libros hechos por profes para profes, para divulgar nuestras experiencias e ideas.
El año pasado, cuando presentábamos este libro en la Feria del Libro, recordaba cuando me recibí. Si alguien ese día me hubiera dicho que, muchos años después, llegaría a estar ahí, con un libro de mi autoría, elaborado con compañeros a los cuales admiro, que surgió de la iniciativa de docentes que quieren aportar un granito de arena para que mejore el sistema, no me lo hubiera creído.

Uno nunca sabe dónde te va a llevar la vida y esta maravillosa carrera.

Soledad Petralia

Egresada de la carrera de Historia.

Facultad de Filosofía y Letras.

UBA

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